diumenge, de març 23, 2008

Diumenge de Ressurecció

De l'altre cantó
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[En aquesta obra de Rembrandt] El resucitado no sale de la tumba, sino que viene del otro lado, igual que el día no viene de la noche, sino que la afronta sin por ello disipar la oscuridad profunda del sepulcro. (...) Allí donde luz y sombra se intercambian sin tocarse, se dividen rechazándose, allí donde una es la verdad de la otra sin mediación ni conversión de una en otra.
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Jean-Luc Nancy, Noli me tangere. Ensayo sobre el levantamiento del cuerpo (trad. María Tabuyo i Agustín López). Ed. Tortta, Madrid 2006, p. 43.

Il·lustració: Rembrandt, Crist i Maria Magdalena al sepulcre (1638), a la col·lecció d'Isabel II, Londres.
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Toni Comín
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Us recomano un article de Toni Comín, professor i diputat, de dimecres passat, publicat a El País, en el que demana que sigui la pròpia Església la que prengui la iniciativa de viure en una societat laica i democràtica, més que no pas anar a remolc. Comín creu que "el problema, hoy, no es que los obispos participen en el debate público. El problema es cómo hablan y quiénes lo hacen". I diu que, aquests, massa sovint "defienden sus posturas en materia de doctrina social y moral como si de doctrina revelada se tratase. Grave error: la doctrina social y moral de la Iglesia es una palabra humana y, por tanto, evoluciona con la historia y es falible. La revelación, en cambio, es Palabra divina e inmutable. Nuestros obispos no tienen el número de teléfono del Espíritu Santo ni tienen, por más que se empeñen, el monopolio de la interpretación de la moral natural. Aparentar que una posición particular tiene conexión directa con la revelación rayaría, simple y llanamente, en la herejía".
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Comín creu també que hi ha dos extrems erronis com a conseqüència d'aquesta qüestió: "El neoconfesionalismo pretende que la religión ejerza su papel público desde la alianza con el poder político. El laicismo -distinto de la laicidad- pretende impedir que las religiones se expresen públicamente. Pero en democracia la religión no debe ser considerada sólo un asunto privado, lo cual no significa que deba vulnerarse la estricta separación entre el Estado y las distintas confesiones. La religión es un hecho público y su lugar, en tanto que tal, es la sociedad civil".: